La Virgen de Medjugorje - el ayuno

La Virgen de Medjugorje - el ayuno



En esta reflexión queremos profundizar sobre lo que nos dice la Virgen María, en sus mensajes revelados de forma privada a los videntes, sobre el ayuno. 

María nos dice: “La Iglesia Católica olvidó el ayuno. Por la oración y el ayuno hijitos, podéis obtener cualquier cosa”. ¿Deseáis la conversión de alguien de vuestra familia?, poneos a orar, a ayunar y veréis el cambio. Por supuesto, Jesús lo había dicho en el Evangelio a sus discípulos, cuando se quejaron ante Él: “no hemos podido sacar este demonio. Y Jesús dijo: hay demonios que solamente salen con la oración y el ayuno”.

Primero nuestra Madre querida, nos advierte que en esta época actual en la que vivimos la Iglesia Católica ha olvidado el ayuno. No es algo menor este detalle. Este ayuno del que habla María es un camino para crecer espiritualmente y acercarnos a Dios. Todo ayuno realizado con fines egoístas para sacar beneficios, propios,  no tienen  sentido. Quizás mucho de esto haya en los ayunos que se practican actualmente en la Iglesia católica.

Pero algo muy importante nos dice María que: "el ayuno es muy poderoso en la intercesión ";"¿Deseáis la conversión de alguien de vuestra familia?, poneos a orar, a ayunar y veréis el cambio."

En los textos bíblicos podemos constatar cuantos servidores del Señor y hasta el mismo Jesús, practicaron  el ayuno ( "Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días" Lc 4 1-2a).

 Muchos  Santos lo hicieron por reparación de  los daños causados por los  pecados personales, del mundo y por la conversión de las personas.

El ayuno nos ayuda a hacer frente a nuestra naturaleza débil que fácilmente cede a las tentaciones del mundo, que nos conducen al pecado.

Veamos el ayuno no es una práctica extraña , sin embargo se ha transformado en  peculiar y casi olvidada por la Iglesia católica actual, salvo en tiempos  litúrgicos muy importantes  como la cuaresma.

El Señor Jesús valora esta práctica y nos dice: "Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará." (6, 16-18)

Cuán importante es el ayuno que cuando se practica como lo enseña Jesús, el Padre que todo lo ve y conoce de nosotros,  nos recompensa. Es una práctica muy especial que agrada mucho a Dios, pues es un sacrificio reparador y santificador que el hombre puede hacer,  fruto del Amor recibido gratuitamente. No puede hacerse por si solo , por voluntad propia, siempre es conducido e impulsado por el Espíritu Santo. Es por ello que ayuno y oración van de de la mano. Es necesario orar y entrar en comunión con el Espíritu, para poder llevar adelante este sacrificio con devoción y servicio hacia los demás. Es por lo tanto amor que se entrega imitando  la entrega y  sacrificio de Jesús en la Cruz. El ayuno es sacrificio que ama.

 En libro  de los Hechos del nuevo testamento podemos constatarlo: "Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: «Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la obra a la cual los he llamado» Ellos, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron." (Hch.13, 2-3) en este envío la oración y el ayuno  son indispensables para escuchar el pedido del  espíritu y después llevarlo a cabo.

Pablo y Bernabé en su misiones: "En cada comunidad establecieron presbíteros, y con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído." (Hch. 14,23) En este versículo Pablo y Bernabé son los que oran y ayunan para poder encomendar al Señor a todos aquellos que habían recibido creído en el evangelio. 

En el antiguo testamento en el libro del profeta Esdras, se invoca a Dios de una manera muy especial:
"Allí, a orillas del río Ahavá, proclamé un ayuno, para humillarnos delante de nuestro Dios, a fin de pedirle un feliz viaje para nosotros y nuestros hijos y para todos nuestros vienes." (Es. 8,21)

El ayuno también nos ayuda a humillarnos ante Dios parra ser humildes  y vencer nuestro orgullo humano que siempre nos conducirá por caminos errados que sólo nos traerán infelicidad para todos.

Los Ninivitas que escucharon la predica del profeta Jonás sobre su destino si permanecían en pecado ofendiendo a Dios y haciéndose daño, "creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño." (Jonas, 3, 5) 

Dios es conmovido por estos actos de sacrificio, los moviliza a derramar su amor misericordioso renovando nuevamente la confianza perdida por el pecado.

Sin duda la oración y el ayuno pedido por María es garantía para que Dios pueda obrar y actuar contra  el mal que acecha al mundo y producir muchas conversiones de corazones negados y cerrados al anuncio del evangelio. Nos protegen de las tentaciones y fortalecen, para caminar la santidad testimoniando la alegría y la mansedumbre de corazón que surgen como frutos.

Cuan importante es comprender, aceptar y vivir estas  prácticas, dones de Dios, para procurar la salvación nuestra y de toda la humanidad.

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