La consagración al Inmaculado Corazón de María

 La consagración al Inmaculado corazón de María




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Comentario



Mi intención no es contar la historia sobre las apariciones de la Virgen María a tres niños de Fátima en Portugal, ni tampoco en realizar especulaciones sobre "los tres secretos" que María la Madre de Dios comunicó a Lucía, Jacinta y Francisco. Mi intención es constatar el paso de María en la historia de la humanidad para persuadirnos y guiarnos al Amor incondicional de su Hijo Jesús, para la conversión y salvación de todas las almas.

María obediente y fiel al mandato de Dios: "Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "«Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa." (Jn 19, 26-29) María fiel a este mandato viene a quedarse en nuestra casa, muestre mundo en la tierra, para guiarnos por un camino de Paz y conversión pedida y reclamada por el Cielo. Esta vez María interviene en un momento de mucha violencia y maldad del hombre, en medio de la primera guerra mundial (1916-1918). 

Las apariciones de María en Fátima, que fueron seis, sucedieron desde el 13 de mayo de 1917 al 13 de mayo de 1917. La Virgen María revela en sus apariciones el pecado grave de la humanidad y de continuar así, caerá en desgracia perdiendo la salvación de sus almas. María llena del Amor misericordioso de su Hijo, viene a derramarlo a todos aquellas personas que quieran arrepentirse y tomar un nuevo rumbo de su Vida. María quiere hacer realidad en nuestras vidas aquellas últimas palabras de su Hijo amado en la Cruz: "Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen»" (Lc. 23, 34a). Cuanto nos Ama Jesús que quiere que el Perdón de Dios llegue definitivamente a nosotros, que somos pecadores.

La Virgen María nos ubica en nuestra realidad de pecadores y del mal profundo que hacemos a toda la humanidad, que sufre y clama al cielo por sus graves consecuencias. No sólo por el daño causado a nosotros mismos, sino también por la gran ofensa a Dios, Señor de toda la Creación y Señor de toda Vida. Es Dios el que ha escuchado nuevamente el clamor de la humanidad de los que sufren las consecuencias del pecado como lo hizo con los Hebreos en Egipto: " El Señor dijo: «Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos." (Ex 3, 7-8)

Dios no es ajeno a lo que pasa en el mundo, y ha decidido darle una nueva oportunidad para redimirse y liberarlo de la esclavitud y el horror del pecado por el cual se cometen tantas atrocidades, que destruyen la humanidad y ofenden al Amor de Dios. No sólo para aquel momento tan particular y peculiar de la humanidad cuando ocurrieron las apariciones de la Santísima Virgen María. También el rescate a través del Inmaculado corazón de María, es para nuestros tiempos actuales, en que también siguen las guerras y calamidades que suceden a muchas personas de todo el mundo. 

Dios es consecuente con el mensaje de su Hijo al enviarnos a la Madre de Dios, para consagrarnos a su Inmaculado corazón : "Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan»" (Lc, 5,32) Es esto lo que María viene a decirnos de su Hijo Amado, de su querer llegar a los pecadores para su salvación y la del mundo entero. Nuestra querida Madre María no ha venido a decirnos cuestiones nuevas que Jesús no nos lo haya transmitido, cuando predicaba en la tierra. Sino que con su insistencia maternal, quiere llevarnos a no desperdiciar la ofrenda de la vida de Jesús en la Cruz.

Pero para poder ser salvos es necesario, el arrepentimiento, la oración y la penitencia para abrir nuestros corazones al Amor redentor de Jesús, y reparar los agravios cometidos por nuestros pecados hacia Dios. Pero lo que nos toca hacer de nuestra parte no puede desalentarnos, recordemos lo que les pasó a los Ninivitas a dónde fue a predicar Jonás: "Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño. Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, este se levantó de su trono, se quitó su vestidura real, se vistió con ropa de penitencia y se sentó sobre ceniza. Además, mandó proclamar en Nínive el siguiente anuncio: «Por decreto del rey y de sus funcionarios, ningún hombre ni animal, ni el ganado mayor ni el menor, deberán probar bocado: no pasten ni beban agua; vístanse con ropa de penitencia hombres y animales; clamen a Dios con todas sus fuerzas y conviértase cada uno de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. Tal vez Dios se vuelva atrás y se arrepienta, y aplaque el ardor de su ira, de manera que no perezcamos». Al ver todo lo que los ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió" (Jonas, 3, 5-10). 

Podemos ver como el Amor de Dios se conmueve ante el arrepentimiento humilde y sincero que proviene del corazón de toda persona y como esta acción moviliza y derrama nuevamente el Amor redentor y salvador a sus hijos amados, creados a su imagen y semejanza. Nínive se salvó porqué escuchó a Jonás las advertencias de la situación en que se encontraban ante Dios, con la vida de pecado que llevaban y lo que debían hacer para ser salvados.

María en Fátima viene, a hacer lo mismo que Jonás con la población de Nínive, a advertirnos de nuestras iniquidades destructivas que ofenden a Dios y nos destruyen; y a darnos una nueva puerta de salvación consagrándonos a su corazón inmaculado que siempre está unido al corazón de Jesús por voluntad del Padre, a través del Espíritu Santo.

La virgen en las apariciones de 1917, uno de los tantos mensajes que recibieron fue el de rezar constantemente el rosario: "Es necesario rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la Virgen se puede obtener la paz. Cuando sufran digan: 'Oh Jesús, es por tu amor y por la conversión de los pecadores' ". (Esta información es sacada de https://www.ewtn.com/spanish/maria/fatima.htm#%C2%A0Narraci%C3%B3n - 18/10/2020)

Siempre María insistiendo rezar por la paz del mundo y la salvación de todos los pecadores. También nos dice: "Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se condenan porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas". (El Papa Pío XII decía que esta frase era la que más le impresionaba del mensaje de Fátima y exclamaba: "Misterio tremendo: que la salvación de muchas almas dependa de las oraciones y sacrificios que se hagan por los pecadores)." …"Es necesario rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la Virgen se puede obtener la paz. Cuando sufran digan: 'Oh Jesús, es por tu amor y por la conversión de los pecadores'". (Esta información es sacada de https://www.ewtn.com/spanish/maria/fatima.htm#%C2%A0Narraci%C3%B3n - 18/10/2020)

¿No son actuales para nosotros estos pedidos de la Virgen María en 1917? ¿No es necesario hacer lo que pedía en aquel entonces, para la lograr la Paz actual y la salvación de muchas almas? ¿ No ha sido esta siempre la misión de Jesús en este mundo, llegar a los pecadores para que sean salvos? ¿No es necesario como el pueblo de Nínive reconocer nuestras iniquidades y suplicar por el Amor redentor de Dios? ¿ No es necesario caer en la cuenta, que esta consagración al Corazón Inmaculado de María unido al de su Hijo por voluntad del Padre, a través del Espíritu Santo es algo que debemos hacer? ¿ No nos hace falta la ayuda divina por intercesión de nuestra Madre del cielo para alcanzar la vida eterna? : "Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa»." (Jn. 10, 28-30) El mensaje revelado por la Virgen María en Fátima vino a recordarnos estas palabras de Jesús.

"Fechas importantes después del milagro de Fátima:

28 de abril de 1919: Comienza la Construcción de la Capillita.

13 de octubre de 1921: Se permite por primera vez celebrar la Santa Misa.

3 de mayo de 1922: El Obispo de Leiría, manda instaurar el proceso canónico, sobre los acontecimientos de Fátima.

10 de diciembre de 1925: Lucía era postulante en el Convento de las Doroteas en España, cuando tuvo la manifestación de la Virgen María y del Niño Jesús.

13 de Junio de 1929, Tuy, España: Lucía tuvo una visión que representaba a la Santísima Trinidad.

13 de octubre de 1930: El Obispo de Leiria declara, dignas de fe las apariciones y autoriza el culto de Nuestra Señora de Fátima.

13 de mayo de 1931: Se consagra por primera vez a Portugal, al Inmaculado Corazón de María.

31 de octubre de 1942: Pío XII, hablando en portugués por la radio, consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María.

2 de enero de 1944: La hermana Lucía puso por escrito la tercera parte del Secreto de Fátima.

13 de mayo de 1946: La Imagen de Nuestra Señora de Fátima de la capillita es coronada por el Cardenal Marsella.

21 de noviembre de 1964: El Papa Pablo VI, cuando clausura la tercera sesión del Concilio Ecuménico, anuncia, la concesión de la Rosa de Oro al Santuario de Fátima, la que entregaría el Cardenal Cento, el día 13 de mayo de 1965.

13 de mayo de 1967: S.S. Pablo VI, viaja a Fátima en el cincuentenario de la primera aparición de Nuestra Señora.

12 y 13 de mayo de 1982: S.S. Juan Pablo II viaja a Fátima como peregrino, para agradecer el haber sobrevivido del brutal atentado, sufrido un año antes en la plaza de San Pedro y consagra a la Iglesia, a los hombres y a los pueblos, al Inmaculado Corazón de María.

25 de marzo de 1984: El la plaza de San Pedro en Roma, delante de la Imagen de la Virgen, Juan Pablo II consagra una vez más, el mundo, al Inmaculado Corazón de María, en unión con todos los Obispos del Mundo.

12 y 13 de mayo de 1991: El Santo Padre Juan Pablo II, vuelve a Fátima por segunda vez, como peregrino, en el décimo aniversario de su atentado.

13 mayo de 2000: El Santo Padre preside la ceremonia de beatificación de Jacinta y Francisco Marto."(Esta información de fechas es sacada de https://www.ewtn.com/spanish/maria/fatima.htm#%C2%A0Narraci%C3%B3n - 18/10/2020)

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